La Concatedral del SS. Salvador en Montalcino
Arquitectura de la Concatedral
El edificio que se encuentra como lo vemos actualmente, inicio su construcción en 1817 y fue terminado en 1832 arriba de los hallazgos de la antigua iglesia parroquial del Santísimo Salvador elevada a Catedral por el Papa Pio II en 1462.
El proyecto de restauración fue realizado por el arquitecto senés
Agostino Fantastici, siguiendo la tendencia artística del momento. Fantastici dió a la Concatedral formas neoclásicas bien visibiles inspiradas a los antiguos templos griegos y romanos sobre todo en la parte exterior de la austera fachada.
El ingreso a la Iglesia se desarrolla a través de un ambiente de transición, el “pronao” (atrio) con seis columnas, que predomina a la pequeña plaza que se encuentra enfrente dando mayor esplendor a la iglesia.
La misma monumentalidad se encuentra al interior, ya que por la altura y grandeza de la nave central se podía congregar a toda la comunidad. La reconstrucción siguió naturalmente las leyes dictadas por la Contrarreforma. El aspecto longitudinal, medido por las bóvedas y las columnas que separan la nave central de las laterales, hace elevar la mirada hacia el altar monumental y el tabernáculo. Aquí es donde se consagra el Pan Eucarístico, verdadera presencia sacramental del Señor. Las paredes de las naves laterales han sido escavadas para crear capillas votivas con retablos de altar.