Visible a través de una verja a la derecha de la entrada del Oratorio, la celda conserva importantes reliquias de la Santa, además de la piedra donde ella apoyaba la cabeza durante sus breves momentos de descanso. Dentro de una vitrina colgada en la pared izquierda se ven: el pomo del bastón que ella usaba para sostenerse, el frasco donde metía los aromas para aliviar los dolores de los enfermos del Hospital de Santa Maria della Scala, la linterna que usaba cuando de noche iba a visitarlos, una parte de su velo y la bolsa de seda que contuvo la cabeza de Catalina cuando fue traída de Roma a Siena en 1384.
Enfrente de la puerta, una estatua de mármol con Santa Catalina en éxtasis del escultor Pedro Repossi, fechada 1940, y detrás de ella un pequeño armario que contiene los libros con los nombres de los componentes de la Asociación Internacional de los Caterinati. Colgados en la pared, algunos ex-votos, ofrendas de fieles a Catalina por gracias recibidas.