En el centro del altar la tabla del Fungai, a los lados dos pinturas del Riccio antes de su muerte en 1571 y seguramente terminadas por Arcangelo Salimbeni. La de la izquierda representa a Jesús vestido como un mendigo, que da a Catalina la cruz que Ella le había regalado. La de la derecha, Catalina ofrece el manto a Jesús, que se le aparece con aspecto de peregrino. La vida de Catalina está repleta de episodios milagrosos y testimonian su extraordinario espíritu caritativo. Estos dos episodios están también representados en otras dos telas que están colocadas en el interior de la Basílica de Santo Domingo, en la Capilla de las Bóvedas, donde los episodios tuvieron lugar.