La Iglesia de San Agustín
Inmaculada Concepción
El debate sobre la Inmaculada Concepción fue tratado de manera particular por San Agustín que en
muchas ocasiones propugnó y defendió la maternidad física y divina de María además de su virginidad.
La tela del tercer altar de la nave de izquierda está dedicada a este tema y fue pintada en 1671 por el pintor barroco Carlo Maratta. La Vírgen está representada según la iconografía tradicional de la Inmaculada Concepción: María lleva una veste blanca, símbolo de pureza absoluta y en la cabeza tiene una corona con doce estrellas que simbolizan las doce tribus de Israel. Sus pies se apoyan en una esfera que representa la Tierra, insidiada por una serpiente pero protegida por la Vírgen. A los lados se pueden observar: San Francisco de Sales y Tomás de Villanova, uno de los Santos Agustinos más importantes por su devoción hacia la Vírgen. Siempre a él está dedicado un altar decorado con dos telas de Raffaello Vanni realizadas en 1664.