La Iglesia de San Agustín
La Vida de las Monjas
A diferencia de la orden masculina, concentrada sobretodo en el apostolado y en la cura de las almas de los fieles, la femenina estaba centralizada en la clausura.
Según las constituciones agustinas se daba gran importancia a los momentos de la oración, asi como existian normas sobre la alimentación y sobre la observancia del silencio. Al interior del monasterio se desarrollaban distintas actividades que se diferenciaban según la instrucción de las monjas: las más cultas rezaban en coro, leían y se dedicaban a hacer actividades intelectuales mientras que las otras, llamadas Conversas, se ocupaban de los trabajos manuales y más humildes.
Siendo monjas de clausura no podian vivir de limosnas, razón por la cual, su única fuente de financiación eran los terrenos de propiedad y las propiedades inmobiliarias de la dote de las monjas o de las mandas testamentarias.
Desde el siglo XV el monasterio tuvo otra entrada económica gracias a las miniaturas realizadas por las religiosas para decorar corales o antifonarios para la Catedral.