Al centro de la sala, se encuentran dos custodias que protegen algunos de los libros corales miniados que ayudaban a los frailes durante el canto común. Se trata de dieciseis volúmenes, fruto de una producción organizada para utilizar el intero año litúrgico. La mayor parte de los manuscritos fue realizada entre los años Setenta y Ochenta del siglo XV al interior del mismo monasterio, visto . . .