La grandeza de la Basílica de Santo Domingo manifiesta visivamente la influencia de los dominicos en Siena al tiempo de Catalina. San Francisco y Santo Domingo crearon una original forma de vida religiosa que se adaptaba a las nuevas ciudades comerciales. Al revés de los monjes, los frailes no producían su sustento y dependían de la generosidad de la gente de la comunidad: eran llamados . . .