La importancia de esta iglesia y la razón de su existencia están en la presencia del crucifijo de madera que dió los estigmas a Santa Catalina (del griego stigma: marca), es decir las llagas inflijidas a Cristo durante la crucifixión.
El acontecimiento milagroso tuvo lugar en Pisa, donde la Santa fue en 1375, a petición del Papa Gregorio XI, con la misión de convencer el Gobierno de la . . .