Nos encontramos en el lugar donde se origina la vida cristiana: la fuente bautismal en la cual se cumple la “inmersión” de Cristo que brinda una nueva vida al fiel. La obra es del escultor senés
Egisto Bellini, realizada en 1943 como se observa en la inscripción que se encuentra en la parte central. La fuente presenta la típica forma octagonal y servia para contener el agua bendita, . . .